lunes, 7 de noviembre de 2016

Tercerola mod. 1895


Por último, hoy os dejo imágenes del último modelo de armamento español que se utilizó en la Guerra Civil Española, y que muy posiblemente también en Navalperal.
Al igual que sucedía con el Fusil mod. 1893, este es un arma que se empezó a utilizar en las antiguas colonias españolas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, así como en África posteriormente. Su nombre es el de Carabina o Tercerola, de uso para Caballería. Por este motivo, su tamaño es bastante más reducido que el caso del Mosquetón y del Fusil, siendo su longitud de 94cm, lo cual lo hacía más cómodo para ser utilizado montado a caballo, aunque su retroceso, debido a su cañón corto, era más potente.
También debido a que era un arma para caballería, con el fin de dotarles de otro tipo de arma distinta al sable, no tiene la posibilidad de utilizar bayoneta, algo que montado a caballo no tendría mucha utilidad, y el alza para apuntar, tiene un rango máximo de 1400m, 600m menos que en el fusil, ya que se consideraba que no se necesitaba para un tiro de largo alcance.
A pesar de esto, en la Guerra, este modelo ya no se fabricaba, al igual que el fusil. El modelo que entonces más uso tenía era el Mosquetón, que era un modelo de tamaño intermedio y más cómodo de utilizar, pero debido a la necesidad del conflicto, se empezaron a utilizar fusiles y tercerolas que se encontraban guardados en almacenes militares, por lo que no es raro ver fotografías de soldados o milicianos utilizando este tipo de armas que se consideraban ya obsoletas en el ejército español.
Las fotos que se adjuntan son de una Tercerola como las que me he referido, fechada en 1899. Es curioso ver el cañón bastante más corto y el alza que es de un tamaño reducido.
La munición de este arma era la misma que la que utilizaban las otras armas españolas, el cartucho de 7mm.








domingo, 16 de octubre de 2016

Frente de Navalperal en libros de época

OPERACIONES COMPLEMENTARIAS DEL CERCO DE MADRID

El Ejército del Norte había cedido al del Sur la plenitud de la iniciativa en cuanto a la conquista de Madrid. Mola se limitaría, por el momento, a coadyuvar con todos los elementos a sus órdenes. Para ello se estudió un plan de operaciones complementarias, cuyos escenarios habrían de ser los montes entre las provincias de Ávila, Madrid y Toledo de una parte; de otra, los pasos de la provincia de Soria.
Tenían una triple finalidad: apretar el cerco de la capital; fijar al enemigo para impedir que enviara refuerzos contra las columnas del Sur y desorientar en lo posible al Mando rojo acerca de las intenciones de los jefes nacionales.
Por lo que se refiere a los montes de Ávila, las maniobras ocuparon todo el mes de septiembre y una buena parte del de octubre. Fue ocupado el paso del Boquerón, sobre la carretera de Ávila a Toledo. Entraron las vanguardias del Centro en el pueblo de Santa Cruz de Pinares. Un ataque concienzudamente preparado para romper el frente rojo al Norte del Escorial tuvo una primera fase muy brillante, porque los atacantes entraron en el pueblo de Peguerinos y aniquilaron una parte de las guarniciones enemigas situadas al amparo de las rocas en que es tan abundante la región. Pero, "el error cometido por un mando subalterno", según dijo el General Mola en una de sus alocuciones, hizo que el éxito inicial se convirtiera en revés. Los victoriosos de Peguerinos descuidaron su sistema de flanqueos y cuando creían estar más seguros, recibieron un vigoroso ataque sobre su ala derecha. El desconcierto producido por la sorpresa, y la mejor situación táctica en que momentáneamente se encontraron los rojos, forzaron la retirada de las vanguardias nacionales, las cuales hubieron de abandonar las posiciones de Peguerinos, no sin sufrir bajas muy dolorosas.
Esta adversidad no desorganizó lo fundamental de los planes ofensivos, porque en los días siguientes fueron ocupados Herradón de Pinares, San Bartolomé de Pinares y, por fin, el pueblo de Navalperal, en donde había establecido su Cuartel General el teniente coronel Mangada. Navalperal ofrecía un gran interés táctico para el dominio de los montes entre Ávila y Toledo. Pasaba entre los milicianos rojos como posición inexpugnable. Pero dos días de combate incesante dieron en tierra con la inexpugnabilidad. Tres núcleos de Mola ocuparon el pueblo, y al propio tiempo, se establecieron en las posiciones fortificadas al Norte del mismo, así como a una altura de 1.300 metros, situada al Sur. El domingo 7 de octubre, dice el Estado Mayor del Ejército del Centro, "la columna de Navalperal, en unión de otra que bajó desde el Puerto del Descargadero, estableció contacto nuevamente con el enemigo. Este abandonó sus posiciones y dejó enorme botín. Dos columnas partieron de Hoyos de Pinares y de San Bartolomé; tras brillante ataque, ocuparon el Puerto de Cebreros. Y en la última fase de las operaciones, ocuparon Robledo de Chavela, Navas del Marqués, Valdemaqueda, Hoyo de Híjar y posiciones al Oeste de Peguerinos. De este modo se estableció un frente defensivo, como base para las operaciones futuras".

Aznar, Manuel. Historia Militar de la Guerra de España (1936-1939). Ediciones Idea. Madrid. 1940. pp. 180-181

martes, 26 de abril de 2016

Fusil Mauser Mod. 1893



Sigo con otra de las armas que se ven en gran cantidad en las fotografías del Frente de Navalperal. Se trata de Fusil Máuser español modelo 1893. En su momento este fusil fue de los mejores de su época (Guerra de Cuba), debido a la posibilidad de cargar 5 cartuchos en la recámara en lugar de los antiguos fusiles Remington de un único disparo. Este será el arma propia de Infantería y se estará fabricando en España hasta los años 30. A pesar de que en el momento de comenzar la Guerra Civil es un arma que ya no se encuentra en fabricación, dada la gran cantidad de estas que había en los almacenes militares hará que abunden al principio de la contienda.
Serán las tropas de África las que lo utilizarán en mayor cantidad. La munición que utiliza es la misma que en el mosquetón, el cartucho de máuser de 7mm.
La principal diferencia respecto al mosquetón son sus dimensiones, ya que este arma mide 121cm, y el cerrojo recto en lugar de curvo, por lo demás el sistema de fuego es el mismo.
El fusil aquí mostrado lleva marcajes de la Fábrica de Armas de Oviedo fechado en 1926.




En lo referente a la bayoneta, debido al largo tamaño, esta era más corta que la del mosquetón, aunque ambas se podían usar en las dos armas ya que el sistema de enganche era el mismo. La bayoneta aquí mostrada es de la Fábrica de Artillería de Toledo del año 1898.



Aquí en estas fotografías se puede ver la comparación entre el fusil y el mosquetón, donde se puede apreciar la diferencia de longitud, al igual que el tamaño de las dos bayonetas utilizadas, conocidas como la larga y la corta, debido a su tamaño.






Estas armas serán las utilizadas tanto por la Columna Mangada como por el ejército nacional en el Frente de Navalperal.